La peritonitis es una inflamación del peritoneo, la membrana serosa que reviste la cavidad abdominal. Casi siempre se produce por la invasión bacteriana ocasionada por la perforación o ruptura de un órgano dentro del abdomen ( por ejemplo, la perforación de una úlcera, de un divertículo, el apéndice cecal o la vesícula biliar). También se puede producir por una fuga o contaminación en el curso de una intervención abdominal, o bien por una infección ascendente a través del tracto genital femenino (por ejemplo, salpingitis).
Pruebas diagnósticas habituales:
- Radiografía: La placa simple de abdomen puede evidenciar la presencia de líquido peritoneal libre o, si ha tenido lugar una perforación, de aire en la cavidad abdominal.
- Análisis de sangre: Leucocitosis con neutrofilia y desviación a la izquierda; aumento importante de la amilasa sérica en caso de perforación o estrangulación intestinal; elevación del hematocrito y de la urea por la hidratación y hemoconcentración.
- Los hemocultivos pueden evidenciar el organismo causal.
Observaciones:
- Dolor abdominal: al principio es difuso y progresivamente se va localizando en la zona afectada, pero posteriormente todo el abdomen se hace extremadamente sensible, con defensa muscular, rigidez abdominal o abdomen en tabla y distensión abdominal.
- Íleo paralítico y ausencia de ruidos intestinales.
- Anorexia, náuseas y vómitos.
- Fiebre, con disociación térmica rectoaxilar.
- Signos de shock: caída de la presión arterial, taquicardia y respiración rápida y superficial.
- Efectos de la deshidratación y trastornos del equilibrio electrolítico.
Tratamiento:
- Elimínese la fuente de infección: puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
- Contrólese la infección utilizando un antibiótico de amplio espectro hasta que se disponga de los resultados del cultivo; seguidamente empléese el antibiótico específico.
- Restitúyanse los líquidos y electrólitos. Contrólese a diario la bioquímica de la sangre.
- Alíviese el dolor con la mínima dosis necesaria de medicamentos, para evitar que se enmascaren los síntomas. Utililícense medidas de enfermería para aumentar la comodidad del paciente.
- Puede requerirse oxigenoterapia.
- Manténgase a la persona afectada en una posición de semi-Fowler para intentar que la infección se localice en la parte baja de la cavidad abdominal.
- Se suele prescribir la colocación de una sonda nasointestinal de aspiración para descomprimir el intestino.
Consideraciones de enfermería:
- Las personas afectadas de una peritonitis están gravemente enfermos. Requieren cuidados de enfermería completos, incluidos los que siguen a continuación:
- Valoración minuciosa de los cambios que experimentan los síntomas.
- Manejo de las sondas nasointestinales, oxígeno, terpéutica EV y farmacología.
- Medidas de comodidad, incluidas la higiene bucal y las destinadas al descenso de la fiebre.
- Se dejan colocadas las sondas nasogástricas durante un largo período, por lo que las ventanas nasales y la garganta se irritan. En los orificios de la nariz resulta útil el empleo de una solución lubricante; para la garganta a veces son eficaces las gárgaras anestésicas.
- Administración de líquidos EV, con riguroso control de entradas y salidas.
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