Esta técnica, denominada también test de Mantoux, es una prueba cutánea para determinar si una persona ha estado en contacto con la bacteria que causa la tuberculosis. Se practica mediante una inyección intradérmica de un derivado proteínico purificado (PPD), obtenido de filtrados de cultivo de bacilos tuberculosos esterilizados por calor.
El resultado se interpreta a las 48-72 horas, con la observación del sitio de inoculación y la medición del diámetro de la zona que presenta una induración consecuente a la reacción inmunitaria local. En personas que son inmunológicamente competentes, la reacción se vuele positiva al cabo de 2 a 10 semanas de la infección, sin que ello signifique necesariamente el desarrollo de la enfermedad. Por lo común, los resultados se interpretan de la siguiente forma:
-Diámetro inferior a 5 mm: negativo.
-Diámetro entre 5 y 9 mm: dudoso (debe repetirse).
-Diámetro de 10 mm o superior: positivo, indicativo de infección tuberculosa.
Los resultados del examen pueden dar falsos negativos en personas de edad avanzada con sistemas inmunitarios débiles, como en el caso de personas con sida, con cáncer que reciben quimioterapia, receptores de trasplante de órganos o cualquier persona que tome dosis altas de esteroides.
Consideraciones de enfermería:
-La ejecución de la prueba de la tuberculina y la interpretación de los resultados tiene que efectuarse siempre con la máxima precisión posible, tanto para evitar falsos negativos o positivos como para garantizar la corrección de la lectura.
-La inyección intradérmica se practica en la cara anterior del antebrazo izquierdo, a unos 10 cm por debajo del pliegue del codo, comprobando que se produce una pápula transparente sobreelevada, de unos 10 mm de diámetro, en el sitio de aplicación.
-Conviene marcar con un rotulador indeleble un área de unos 20 mm alrededor de la zona de inyección para recordar dónde se ha efectuado y proceder a su lectura correcta en el plazo oportuno.
-Indíquese a la persona que no debe frotar o rascar el sitio de la inyección.
-Para interpretar el resultado, se debe palpar el área y comprobar la induración, único signo que debe tenerse en cuenta (no el eritema acompañante).
-Se debe medir el diámetro mayor de la induración con una regla calibrada en mílimetros. Existen reglas especiales para la medición.