Es conveniente no olvidar que el lavado de manos es la medida más importante para evitar la transmisión de microorganismos del personal a la persona que se cuida y de ésta al personal. Es necesario lavarse las manos siempre después de tener contacto con la persona afectada, independientemente de que se hayan, o no, utilizado guantes; antes y después del uso de guantes y entre diferentes procedimientos realizados a la misma persona.
Se puede realizar dos tipos de lavado de manos: higiénico con jabón convencional o antiséptico con jabón antiséptico. Una vez realizado el lavado se procederá al secado mediante papel o gasas, desechables. La antisepsia de manos con soluciones alcohólicas específicas se puede llevar a cabo para conseguir un efecto rápido en las manos en el caso de que no se disponga de una pica para lavarse las manos.