Los yesos se utilizan para inmovilizar y mantener la alineación de un hueso o de una articulación, así como para mantener reducida una fractura y corregir y evitar deformaciones. Pueden estar hechos a base de capas de yeso o a partir de material sintético, como, por ejemplo, poliéster, fibra de algodón, fibra de vidrio o termoplásticos. En comparación con los yesos convencionales, los sintéticos son más rápidos de colocar, abultan y pesan menos, y además pueden sumergirse en agua; como contrapartidas, son más caros y tienen un mayor potencial de producir irritación y maceración de la piel
Consideraciones de enfermería:
-La piel que se cubre con el yeso debe estar seca, limpia y en buenas condiciones.
-Debe comunicarse a la persona que mientras se seca, el yeso desprende calor durante unos 20 minutos. Posteriormente se enfriará, se secará y se hará más ligero.
-La colocación del yeso puede posponerse hasta que disminuya el edema o hinchazón de la extremidad. Mientras tanto, deben administrase analgésicos y manipularse con cuidado.
-La extremidad afectada debe elevarse para favorecer la reducción del edema.