El dolor es una sensación desencadenada por el sistema nervioso. El dolor puede ser agudo o sordo. Puede ser intermitente o ser constante. Puedes sentir dolor en algún lugar del cuerpo, como la espalda, el abdomen o el pecho o sentir dolor generalizado, como los dolores musculares durante una gripe.
Según las características del dolor se puede conocer su origen, y por lo tanto su diagnóstico y su tratamiento. Estas características son:
-Localización: Es la parte del cuerpo donde se localiza el dolor. Ejemplos: dolor de cabeza (cefalea), dolor toráxico, dolor abdominal, etc.
-Tipo: Según las sensaciones que tiene el paciente. Ejemplos: punzante, opresivo, lacerante, cólico, etc.
-Duración: El tiempo desde su aparición.
-Frecuencia: Es el número de veces que ha ocurrido el dolor de similares características.
-Intensidad: Generalmente cuando es el primer dolor suele ser intenso o fuerte pero cuando se ha repetido varias veces en el tiempo, se puede cuantificar.
-Irradiación: Es el trayecto que recorre el dolor desde su localización original hasta otro lugar.
-Síntomas acompañantes: Como náuseas, vómitos, diarrea, fiebre, temblor, etc.
-Signos acompañantes: Sudoración, palidez, escalofríos, trastornos neurológicos, etc.
-Factores agravantes: Son las circunstancias que aumentan el dolor, por ejemplo tras la ingesta, determinados movimientos, etc.
-Factores atenuantes: Son las circunstancias que disminuyen el dolor, por ejemplo el descanso, posiciones corporales.
-Medicamentos: Que calman o que provocan el dolor.
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