Big Data (grandes volúmenes de datos) se refiere al conjunto de datos e información tan grandes y tan complejos que hace muy difícil su procesamiento utilizando herramientas de gestión de bases de datos convencionales. La cuestión es cómo acceder, distribuir y utilizar esta vasta cantidad de datos “no estructurados”. Los pacientes, las clínicas, los hospitales tienen cantidades masivas de datos clínicos, en formatos escritos en papel o electrónicos pero que permanecen sin utilizar por la dificultad e imposibilidad material de “digerirlos” de forma efectiva, por muy buenos deseos que pueda tener el equipo sanitario. Lo cierto es que esta dificultad puede tener consecuencias tanto en el control de los gastos médicos como en la mejora de las tasas de mortalidad.
Este es el futuro de la salud, según ha publicado la prestigiosa revista Forbes: los Big Data representan una oportunidad para los innovadores y todos los que se preocupan por la salud, aumentan substancialmente la posibilidad de obtener información más efectiva de los datos y menores tasas de mortalidad de los pacientes.
El estado de la cuestión
El modelo sanitario y en el general el sector de la salud, es uno de los sectores donde Big Data está teniendo mayor impacto en la actualidad y donde sus aplicaciones crecerán de un modo espectacular, tanto para el área médica, como también para las áreas de análisis de datos (historias médicas, análisis clínicos…), la gestión de centros de salud, la administración hospitalaria, la documentación científica (generación, almacenamiento y explotación)…
De acuerdo al estudio de 2011 del Kinsey Global Institute sobre Big Data, sin lugar a dudas uno de los más referenciados en la Web, calcula que las aplicaciones de Big Data en el campo de la salud podrían suponer un beneficio de 250.000 millones de euros al sector público europeo y unos 300.000 millones de dólares al sector de sanidad de los EEUU. Otros estudios posteriores de octubre de 2012 también relativos al impacto de Big Data en el sector de la salud confirman los mismos datos de presupuestos y otras consideraciones que comentaremos a continuación.
En octubre de 2012, Bonnie Feldman y otros colegas de la consultora Fieldman 360º publicaron el informe “Big Data Healthcare Hype and Hope” donde exploran, con bastante precisión, cómo Big Data se está convirtiendo en una creciente fuerza de cambio en el panorama sanitario. Según Feldman “el potencial de Big Data en medicina reside en la posibilidad de combinar los datos tradicionales con otras nuevas formas de datos tanto a nivel individual como poblacional”; es decir, realizar la integración de datos estructurados y no estructurados. En efecto, en el sector sanitario se genera una inmensa cantidad y variedad de datos tanto estructurados, semi-estructurados como desestructurados o no estructurados.
Recordemos que un dato estructurado es un dato que puede ser almacenado, consultado, analizado y manipulado por máquinas, normalmente, en modo tabla de datos. Un dato no estructurado o desestructurado es todo lo contrario. Datos estructurados, son los datos clásicos de los pacientes (nombre, edad, sexo…) y datos no estructurados son las recetas de papel, los registros médicos, las notas manuscritas de médicos y enfermeras, las grabaciones de voz, las radiografías, escáneres, resonancias magnéticas, TAC y otras imágenes médicas. A estos datos y pertenecientes a ambas categorías también, se pueden considerar los archivos electrónica de contabilidad y gestión administrativa, datos clínicos, etc.
Los avances tecnológicos están generando nuevas avalanchas de datos de todo tipo que provienen de los más variadose dispositivos, sensores, fitness, aparatos médicos diversos, datos hospitalarios… y a ellos se suman los datos procedentes de los medios sociales (redes sociales, blogs, wikis, podcast…), de los teléfonos inteligentes, de áreas tan voluminosas como importantes tales como genérica y genómica, etc.
Otro informe también de gran impacto es, “Big Data in digital Health” de la Fundación Rock Health que analiza la situación actual y el potencial del Big Data en el mundo de la salud. El informe utiliza los datos y la información obtenidos en entrevistas con emprendedores e inversores y calcula que se pueden producir importantes ahorros en el sector sanitario. Ahorros que calcula entre 325 y 525 millones de dólares que divide de la siguiente forma: 1. 25-50 millones de dólares en la mejora en la coordinación de la atención al ciudadano; 2. la lucha contra los fraudes y los abusos; 3. la lucha contra las ineficiencias administrativas y clínicas. Según las conclusiones del informe hay seis vías mediantes las cuales Big Data puede cambiar la atención sanitaria, apoyo a la investigación (genómica y más allá):
1.Transformación de datos en información.
2.Apoyo al autocuidado de las personas.
3.Apoyo a los proveedores de cuidados médicos.
4.Aumento del conocimiento y concienciación del estado de salud.
5.Agrupamiento de los datos para expandir el ecosistema.
El informe concluye recomendando tres tendencias que emergen en el uso de los datos y que consideraba de gran trascendencia:
1.Trabajar con conjuntos de datos limitados.
2.Combinar una gran variedad de datos.
3.Agrupamiento de datos (pooling) para mejorar resultados.
La investigación médica puede mejorar muchísimo si es capaz de asimilar una enorme cantidad de datos (monitorización, historiales, tratamientos, etc.), especialmente no estructurados, y organizarlos o estructurarlos para definir las causas de enfermedades y establecer mejores soluciones. Big Data en sanidad se utilizará para predecir, prevenir y personalizar enfermedades y con ello los pacientes afectados. Los campos serán prácticamente casi todos los sectores de la sanidad, pero en particular podemos citar ya algunos en los que se están encontrados los mayores desafíos:
-La investigación genómica y la secuenciación del genoma.
-Operativa clínica.
-Autoayuda y colaboración ciudadana.
-Mejora en la atención personalizada al paciente.
-Monitorización remota de pacientes.
-Medicina personalizada para todos.
-Autopsias virtuales.
-Seguimiento de pacientes crónicos.
-Mejoras en los procesos médicos.
Las aplicaciones de Big Data en el sector salud y sanitario son numerosas y en aumento. Por ejemplo, los profesionales sanitarios pueden utilizar la analítica de Big Data en tiempo real para saber dónde se está extendiendo un virus de la gripe y a qué ritmo, pueden adaptar la respuesta y garantizar el stock de vacunas suficiente para los sitios que lo necesiten.
La cara humana del Big Data
1.Salud y bienestar. Para combatir enfermedades crónicas y terminales como Parkinson, cáncer, etc.
2.Seguridad y calidad de vida. Big Data ayudará a mejorar la seguridad en las ciudades, reduciendo el crimen.
3.Asuntos gubernamentales. También podrá ayudar a mejorar los servicios y el acceso a ellos. Además se encargará de monitorear procesos ciudadanos como elecciones gubernamentales, y aspectos como corrupción.
4.Medio ambiente. El proyecto también contempla el monitoreo de emisiones contaminantes, así como análisis y optimización de consumo energético.
5.Relaciones interpersonales. Es uno de los aspectos en los que el proyecto tiene pensado en enfocarse más; el modo en que el internet y las redes sociales –especialmente en su faceta móvil- han ido cambiando la manera en que nos relacionamos.
6.Negocios y comercio. De qué forma Big Data transforma la rentabilidad de estos ámbitos.
El futuro
En la feria de electrónica CES de Las Vegas (enero 2013) se celebró la conferencia profesional Digital Health Summit, en la que, entre otras conclusiones, se propone reducir costes en salud mediante el uso eficiente de Big Data y herramientas adecuadas. Se presentaron en la conferencia y en la propia feria, aplicaciones móviles y robots, donde esencialmente se hablaba de soluciones con enfoque de tecnología y uso de los grandes volúmenes de datos no sólo en el sector estrictamente médico sino también en otros, como las aplicaciones para móviles relacionadas con el fitness o la nutrición.