Consejos de salud para el estudio

Cuando se trata de estudiar, no solo es importante que tengas un calendario de estudio listo y que lo sigas, que seas constante o que hayas creado infinidad de recursos de estudio para preparar los exámenes. Además, es clave que lleves un estilo de vida saludable y que te alimentes bien.

Planifica:

¡La planificación lo es todo! Para hacer el seguimiento de todos tus exámenes y de todos los temas diferentes que tienes que estudiar, asegúrate de programar tus estudios detenidamente. Tómate algún tiempo para hacerte tu propio calendario personalizado con una descripción clara de lo que vas a estudiar. Asigna más tiempo a las clases que encuentres particularmente difíciles y asegúrate de planificar también algunos descansos, con el fin de mantenerte motivado.

Tómate tu tiempo:

Tomar descansos cuando se estudia es tan importante como pasar el tiempo delante de notas y libros, necesitas tiempo para procesar toda esa nueva información. Aprovecha al máximo tu tiempo libre, evitando pasar demasiado tiempo frente al televisor o en las redes sociales. Dedícalo a dormir, comer sano y hacer ejercicio.

Duerme:

Necesitas estar bien descansado y centrado para poder procesar más temario. No te vayas a dormir demasiado tarde, especialmente el día antes del examen. Asegúrate de no dormir demasiado, ya que echar demasiadas siestas podría ser contraproductivo y hacer que te sientas más cansado.

Come sano:

Asegúrate de tomar un desayuno, media mañana o resopón, comida, merienda y cena saludable y equilibrada. Es importante mantener el cerebro con energía mientras estudias. Saltarse comidas influye de manera negativa en la concentración y rendimiento académico.

Haz ejercicio:

Los estudios demuestran que hay una relación entre el ejercicio y el éxito académico. Cuando estás haciendo cardio (correr, nadar, ciclismo, etc.) el cerebro se llena de oxígeno, haciendo que esté mejor preparado para procesar y retener nueva información. Incluso un ejercicio menos dinámico, pero también activo, como caminar al aire libre, te ayudará a dar más sentido a la información que acabas de aprender.

Gestiona tu tiempo:

Cuando sea el momento de examinarte tienes que asegurarte de utilizar tu tiempo con inteligencia. Estar centrado y organizado es la clave. Pasa los primeros minutos leyendo todas las preguntas y planificando en qué orden las vas a contestar. Resiste la tentación de empezar a escribir. Empieza con la pregunta con la que te sientas más cómodo para aumentar los niveles de confianza desde el principio; después de un buen comienzo es mucho más fácil seguir con las preguntas más difíciles. Con las preguntas de elección múltiple, asegúrate de leer todas las respuestas con cuidado antes de decidirte por una respuesta. Las preguntas con truco o las respuestas que son muy similares entre sí pueden dar lugar a error fácilmente. No eches a perder un acierto seguro por ello. Con las preguntas de desarrollo es muy importante que te tomes algo de tiempo para leer la pregunta y hacer un breve plan de lo que quieres tratar antes de empezar a escribir.

Mantente hidratado:

Muchos de nosotros sabemos que mantenerse hidratado es importante para nuestro rendimiento físico, pero, ¿sabías que es igual de importante –y puede que más– para tu cerebro? La deshidratación puede causar dolores de cabeza y agotamiento, mientras que beber agua puede ayudar a aumentar tu capacidad cerebral y mejorar tu memoria. Mantenerte hidratado durante tus exámenes  puede ayudarte a bordarlos, así que asegúrate de llevar contigo una botella de agua a la sala de examen.

Durante el examen si te encuentras tenso y nervioso, relájate y respira en forma lenta y profunda. También puedes realizar una pausa para combatir el temor.

Después del examen relájate y cálmate. Haz una lista de las cosas que dieron resultado, y mantente con esa estrategia. Haz una lista de lo que no dio resultado para mejorar.