El tema que voy a tratar en este post, es un tema delicado y con mucho impacto en los últimos meses, ya que han aumentado los adolescentes que se lastiman y después lo difunden en la red. El malestar de los adolescentes ha encontrado una vía de escape extrema, las autolesiones físicas. Se trata de una realidad que transcurre en paralelo, pero oculta, a la mayoría de foros sociales.
La mayoría se corta en trazos paralelos poco profundos, que les cubren antebrazos, muslos o el vientre. Así lo remarcan estudios europeos de reciente publicación, cuyos datos incluyen a España. No se trata de jóvenes alterados por alguna patología mental o con intenciones suicidas, sino de personas definidas como «normales» por los médicos.
Cómo abordar el problema?
-Denunciar las cuentas: No tener problemas para denunciar cuentas que difunden este tipo de contenidos.
-No ensalzar este tipo de prácticas: No promover la glamurización de la autolesión ni ensalzar los supuestos elementos románticos que defienden sus partidarios.
-No dar ideas para hacerse más daño: Otra manera de no promover ni animar el comportamiento autolesivo es no compartir los métodos de autolesión ni abundar en posibles maneras de autoagredirse más, ni explicar qué utensilios son más idóneos para realizar estas prácticas o cómo conseguirlos.
-Fomentar el diálogo en las familias: Se recomienda que se fomente el diálogo y la escucha activa en el seno de las familias para ayudar a los adolescentes a poner en palabras lo que sienten y para que puedan tener ayuda.
-Conocer los hábitos «on line» de los hijos: Además de hablar y estar cerca de los adolescentes, se recomienda que los padres recuperen la supervisión de sus móviles y de sus navegaciones por internet.
El objetivo de una autolesión no es «llamar la atención» de los mayores, sino vincularse con sus iguales de una forma exitosa y veloz. Colgando en whatsapp la foto impactante de unos cortes que sangran, los adolescentes reciben el aplauso admirativo de miles de colegas a los que nunca conocerán personalmente. Sin la difusión por internet, entre sus grupos de iguales, no existiría el factor imitación. Es una forma de control de sus estados de ánimo negativos: el daño físico les atenúa su conflicto y, encima, reciben la indentificación del grupo.
Cicatrices, cortes, marcas, sangre. Las fotos de brazos y piernas marcados con cuchillos u otros instrumentos cortantes se difunden y se encuentran por redes sociales. Con filtros y sin ellos, los jóvenes comparten sus autolesiones sin pudor y con un cierto halo de reivindicación de su desgracia. Las redes preferidas de los adolescentes, Instagram y Tumblr (Snapchat es demasiado efímera), se llevan la mayoría de los contenidos que cuelgan las víctimas de este desorden que lleva a infligirse dolor físico, e intentan su propia política de contrainformación para tratar de frenarlos. Pero hay más foros, webs e incluso wikis en las que los adolescentes comparten desde cómo esconder las cicatrices de las autolesiones a justificar los motivos para hacerlo.
'Autolesionarse, la última moda viral' has 1 comment
10 junio, 2017 @ 5:01 pm Elena
Qué triste que algo así se haya convertido en una moda. Espero que sea una moda pasajera…
Elena Pérez (enfermeranomada)