Los consejos de Daniel González, número 1 del EIR 2018, para superar el examen

Daniel González Andrés nació en Palencia y estudió enfermería en la Universidad de Valladolid. Tras acabar la carrera, se empezó a formar en emergencias extrahospitalarias y tuvo contratos en centros de salud y en el Hospital de Burgos. El año pasado, logró ser el número 1 del EIR 2018. Su puntuación en el examen fue de 546 puntos, 13 más que la segunda clasificada, lo que le permitió ser el primero en escoger una de las 1.051 plazas convocadas. Actualmente, Daniel se está formando en la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria en Valencia.

El examen EIR 2019 se celebrará el sábado 2 de febrero a las 16:00 h. Este año se han admitido 12.936 enfermeras y enfermeros para un total de 1.092 plazas. En esta edición el ratio es de 1 plaza por cada 11.84 aspirantes. La duración del examen es de 5 horas y el número total de preguntas es de 235.

Des de Enfermería Blog, nos hemos puesto en contacto con nuestro compañero Daniel, que muy amablemente nos ha respondido unas preguntas en relación al examen EIR. Muchas gracias por compartir tu experiencia y consejos.

¿Cómo era un día normal de estudio?

La planificación de los días, así como el número de horas que dedicaba variaba conforme se acercaba la fecha del examen. En las últimas semanas comenzaba a estudiar temprano, hacía una parada para almorzar a media mañana, una siesta después de comer y terminaba de estudiar sobre las 20:00 horas. A partir de esa hora no solía rendir mucho.

¿Qué técnicas de estudio utilizaste?

Ninguna técnica en especial. Únicamente me limito a intentar comprender cada párrafo que leo y establecer conexiones entre los diferentes temas. Para mi es especialmente difícil memorizar algo si no lo comprendo, así que intentaba esforzarme en entender antes de aprender. Relacionar las materias me era también útil para terminar de afianzar los conocimientos.

¿Qué hiciste el día anterior del examen?

El día previo al examen, me levanté temprano y repasé alguna asignatura o esquema que consideraba importante o que creía que podría ser susceptible de ser preguntado. Después, a media tarde dejé de estudiar, di una vuelta y vi una película.

¿Y el día del examen?

El día del examen aproveché a dormir y me fui al lugar en el que iba a hacer el examen por la tarde. Yo me examiné en la ciudad de Valencia y no conocía mucho el campus universitario en el que se celebraba la prueba. Hice bien en ir con antelación para conocerlo porque me perdí y acabé en una facultad distinta. Después me di un paseo por la playa con mi padre y me tomé un café en un bar del paseo marítimo. Por último, fui en coche hasta el lugar de la prueba con una hora de antelación aproximadamente, para evitar cualquier imprevisto.

¿Utilizaste alguna técnica para disminuir la ansiedad y nervios?

La verdad es que estaba relativamente tranquilo los momentos previos. Sí que intenté aislarme de la gente cuando llegué a la facultad en la que se realizaba el examen porque a mi alrededor todo el mundo parecía estar nervioso y al final me lo acababan transmitiendo. Así que me senté en un banco al lado del aula en el que luego me examiné y me concentré en no pensar en nada relacionado con el EIR.

¿Qué fue lo primero que hiciste cuando te entregaron el examen?

Pues lo primero comprobar que el cuadernillo de examen estuviese completo y no hubiese defectos de impresión. Es algo que me recomendaron en mi academia y que aconsejaría a quien se presente el próximo 2 de Febrero.

¿Para responder a las preguntas, utilizabas algún método?

Solía contestar las 235 preguntas en dos vueltas. En la primera respondía a todas aquellas cuestiones que creía que podía resolver con seguridad y en la segunda intentaba reducir el número de preguntas en blanco al mínimo. En un examen como el EIR una neta puede suponer muchos puestos y no te puedes permitir dejar demasiadas preguntas sin responder.

El examen tiene una duración de 5 horas, ¿Cómo lo gestionaste?

En los simulacros que hacía en la academia solían sobrarme varias horas así que no tenía una presión excesiva respecto al tiempo. Sí que me controlaba de vez en cuando con el reloj llevar un buen ritmo y me fijaba objetivos para asegurarme de que me quedaba tiempo para la segunda vuelta. También intenté organizarme para comer unas pequeñas barritas de cereales que llevé y no perder demasiado tiempo.

¿Qué le aconsejarías a los compañeros que van a realizar el examen el próximo 2 de febrero?

Les aconsejaría que creyesen en sí mismos y en sus posibilidades. El EIR es un examen exigente, pero premia a quien se esfuerza. Al final, como en todo, la suerte también juega un papel, pero creo que la dedicación diaria al final es la que marca las diferencias.

¿Qué opinas de la situación actual de la Enfermería y de las especialidades en nuestro país?

La situación actual de las especialidades, y particularmente de la especialidad de familiar y comunitaria es muy poco esperanzadora. La falta de reconocimiento es una realidad con la que se encuentra cada nueva promoción de residentes, que ve como se echa por tierra el esfuerzo de su formación y vuelven al mismo mercado laboral en el que lo mismo da ser especialista que no serlo.

No creo que esta situación cambie a corto plazo desgraciadamente, porque ni en nuestra propia profesión hay un respaldo mayoritario por la especialización. Si un enfermero generalista ve la especialización como una amenaza para su puesto de trabajo, es poco probable que la profesión avance en esta dirección

La práctica basada en la evidencia y la calidad en los cuidados que se prestan debería ser el guion de todo profesional, y en mi opinión, la formación especializada es una vía que puede garantizar estos principios.